De acuerdo con los datos de FortiGuard Labs, el laboratorio de análisis e inteligencia de amenazas de la compañía en América Latina, hubo incremento de más de 91 mil millones de intentos constantes de ciberataques en la primera mitad del 2021.
Continúa el incremento en la cantidad de intentos de ciberataques. Según el informe completo, los datos globales de FortiGuard Labs, muestran que la actividad semanal promedio de ransomware en junio de 2021 fue diez veces mayor que los niveles de hace un año.
México ocupa el primer lugar en intentos de ataque en lo que va del 2021, con 60,8 mil millones, seguido por Brasil (16,2 mil millones), Perú (4,7 mil millones) y Colombia (3,7 mil millones).
“La expansión de la superficie de ataque que brindan los modelos híbridos de trabajo y enseñanza sigue siendo una gran oportunidad para los delincuentes. Es por eso que vemos un número creciente de ataques a dispositivos IoT y a recursos vulnerables utilizados en reuniones y clases, como cámaras y micrófonos”, explica Arturo Torres, Estratega de FortiGuard para América Latina y el Caribe. “El incremento es preocupante no solo por el alto volumen de amenazas, sino también por las consecuencias que pueden tener, dando lugar a delitos sofisticados como el ransomware, que destacan tanto por la pérdida económica como por el daño a la imagen que causan a las empresas”.
A nivel mundial, las organizaciones del sector de las telecomunicaciones fueron las más atacadas, seguidas por el gobierno y los sectores automotriz y manufacturero. Los datos muestran que el ransomware sigue siendo un riesgo muy presente para todo tipo de organizaciones, independientemente de la industria o el tamaño.
Fortinet también señala que ha habido una evolución en el modelo utilizado por los atacantes, con el crecimiento del llamado Ransomware-as-a-Service (RaaS), donde algunos ciberdelincuentes se enfocan en obtener y vender acceso inicial a redes corporativas, lo que alimenta aún más el crimen cibernético. Como ejemplo, en julio de este año, FortiGuard Labs encontró un Ransomware-as-a-Service llamado "Blackmatter", que incluye un "paquete" de ransomware, sitios de pago y manuales operativos para que sus miembros y afiliados puedan infectar el objetivo con las herramientas proporcionadas. Se ofreció acceso a redes corporativas en los Estados Unidos, Canadá, Australia y el Reino Unido, que potencialmente provenían de los empleados de las empresas, por valores que iban desde los $3.000 a los $100.000 dólares.
“Para abordar este problema, las organizaciones deben adoptar un enfoque proactivo que incluya protección de endpoints, redes y nube en tiempo real, incluida la detección automatizada de amenazas y la respuesta con inteligencia artificial. Todo con un enfoque de Zero Trust Access, especialmente para dispositivos IoT”, orienta Torres. “Además, la concientización continua sobre ciberseguridad para todos los empleados es fundamental para convertirlos en la primera barrera contra las estafas de ingeniería social, que pueden generar grandes problemas para las empresas”.