El día martes, 15 Septiembre; el Viceministro de Medio Ambiente, Gonzalo Rodríguez, informó que un equipo de diferentes entidades gubernamentales analiza la compra de drones que para fortalecer el control en la frontera con Perú y de esta manera evitar la explotación ilegal de recursos en territorio nacional.
“La frontera de Bolivia es muy extensa, es un atractivo para los peruanos entrar a nuestro territorio, lo importante es que queremos ahondar esfuerzos. La tecnología es importante, hemos hablado de adquirir drones, es otro tipo de tecnología muy importante. También reactivar una antena de comunicación para mantener una comunicación permanente de las Fuerzas Armadas”, dijo la autoridad.
Un equipo, conformado por este Viceministerio, las Fuerzas Armadas, la Cancillería, el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) y otras instituciones, trabaja para diseñar un plan de fortalecimiento de control de las fronteras.
“Se trata de elaborar un plan inmediato de acción que va a ser presentado por el Canciller (David Choquehuanca) en la próxima reunión de gabinete”, anunció Rodríguez. El funcionario anunció que se implementarán acciones inmediatas consistentes en la adquisición de equipamiento, motos, cuadratracks y la apertura de algunos caminos y sendas.
Este mes, se iniciará el trabajo de comisiones para que cada institución elabore una propuesta y se analice el presupuesto que se va a invertir. La iniciativa surgió por la explotación de recursos como el oro, castaña, madera y otros que realizan extranjeros en zonas fronterizas donde no existe una suficiente presencia del Estado boliviano.
Este control fronterizo a través de Drones es una alternativa que ya se a puesto en marcha en diferentes países con gran resultado, especialmente si hablamos de países desarrollados como lo son México y Estados Unidos al tiempo que aseguran la seguridad de las personas.
Hace poco tiempo en Bolivia, aparecieron dos campesinos muertos y se ha supuesto la teoría que fue por la explotación y contrabando de castaña.
En este sentido, todos los gobiernos buscan técnicas tradicionales de vigilancia y prevención, incluyendo ingentes despliegues policiales y militares en las fronteras y vallas para evitar el paso al país. Sin embargo, ambas estrategias se han demostrado no sólo inútiles sino también excesivamente caras.
Por ello, los drones prometen ser una herramienta de gran utilidad a la hora de vigilar los tramos desiertos en los que no hay puestos de control o en aquellas zonas de difícil acceso por tierra.
Hablando nuevamente del ejemplo de Estados Unidos y México, el gobierno norteamericano cuenta con más de 18.000 agentes destinados a la Patrulla Fronteriza y más de 1.126 kilómetros de vallas que separan México de Estados Unidos. Lo paradójico es que, pese a semejante despliegue, los problemas de inmigración ilegal y tráfico de drogas no sólo no se han reducido sino que siguen aumentando año tras año.
Por ello, las autoridades de EEUU decidieron, ya en 2013, comenzar a patrullar la mitad de la frontera sólo con drones, cubriendo así las zonas más alejadas de los pasos oficiales y las torres de vigilancia y destinando los agentes sobre el terreno solo a las zonas donde son realmente necesarios.
Por el momento se han realizado ya más de 10.000 vuelos con drones que han recorrido una extensión de unos 400 kilómetros. Con estas exploraciones, llevadas a cabo con aeronaves del tipo Predator, las autoridades pueden detectar las zonas con más actividad ilegal y seleccionar mejor cómo y cuándo hay que enviar agentes para interceptar y tomar medidas al respecto.